Personalmente me considero un mal amigo... no porque sea yo alguien en quien no se pueda confiar o porque me aproveche de mis amistades... sino porque casi siempre termino distanciándome de aquellas personas que me han brindado su amistad. Si llega el caso de que ya no veo a una persona, no hago por mantener el contacto con ella.
Tal ha sido el caso de Salvador Aguilar Vargas, de Alejandro Martínez, de Gerardo Conejo, de Citlalli Arzate y más reciéntemente de Victoria Fernández.
Esta semana murio Elizabeth Morales, amiga de Victoria y por ende también mía. Sin embargo desde hace algunos años dejé de saber de ellas y hoy me enteré de su trágica muerte. Me duele porque me doy cuenta de que es una de esas personas valiosas de las que tienes la poca suerte de encontrarte en la vida y que no supe valorar esa oportunidad que me brindó de ser mi amiga.
Asi que esta entrada está dedicada a su memoria, la recuerdo con mucho cariño sobre todo por el viaje que ella, Victoria y yo hicimos a la Ciudad de Mérida. Creo que de mis viajes más memorables. Fue divertido y lleno de buenos momentos.
Dios la bendiga y que a sus familiares y amigos más intimos les llegue consuelo y que la recuerden con cariño, porque sin duda así como a mí, a muchos también les regaló momentos inolvidables con su manera tan alegre y optimista de vivir.
Tal ha sido el caso de Salvador Aguilar Vargas, de Alejandro Martínez, de Gerardo Conejo, de Citlalli Arzate y más reciéntemente de Victoria Fernández.
Esta semana murio Elizabeth Morales, amiga de Victoria y por ende también mía. Sin embargo desde hace algunos años dejé de saber de ellas y hoy me enteré de su trágica muerte. Me duele porque me doy cuenta de que es una de esas personas valiosas de las que tienes la poca suerte de encontrarte en la vida y que no supe valorar esa oportunidad que me brindó de ser mi amiga.
Asi que esta entrada está dedicada a su memoria, la recuerdo con mucho cariño sobre todo por el viaje que ella, Victoria y yo hicimos a la Ciudad de Mérida. Creo que de mis viajes más memorables. Fue divertido y lleno de buenos momentos.
Dios la bendiga y que a sus familiares y amigos más intimos les llegue consuelo y que la recuerden con cariño, porque sin duda así como a mí, a muchos también les regaló momentos inolvidables con su manera tan alegre y optimista de vivir.
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